El balón gástrico es un procedimiento no quirúrgico de adelgazamiento que consiste en introducir un globo blando de silicona en el estómago a través de la boca mediante un endoscopio. A continuación, el balón se llena con una solución salina estéril para ocupar espacio en el estómago y crear una sensación de saciedad, lo que ayuda a los pacientes a comer menos y perder peso.
La operación de balón gástrico es un tipo de procedimiento mínimamente invasivo para perder peso que consiste en colocar un balón de silicona dentro del estómago. El balón ocupa espacio en el estómago, haciendo que el paciente se sienta lleno y reduciendo la cantidad de comida que puede ingerir.
La operación se realiza bajo sedación consciente y suele durar menos de 30 minutos. El balón se deja colocado durante 6 meses, tras los cuales se retira y el paciente puede seguir perdiendo peso con dieta y ejercicio.
La cirugía se considera una forma segura y eficaz de perder peso para las personas con obesidad leve o moderada que no han podido adelgazar por medios tradicionales. Sin embargo, como cualquier procedimiento, conlleva riesgos y posibles complicaciones, por lo que es importante comentar todos los aspectos de la intervención con un profesional sanitario cualificado. Además, la cirugía de balón gástrico no es una solución a largo plazo para la obesidad, y los pacientes que se someten al procedimiento deben estar preparados para hacer cambios en su estilo de vida y adoptar una dieta saludable y un régimen de ejercicio para lograr y mantener la pérdida de peso.
La cirugía de balón gástrico se recomienda a personas que luchan contra la obesidad y no pueden perder peso con métodos como la dieta o el ejercicio. Existen algunos criterios que debe tener el candidato ideal para la cirugía de balón gástrico.
Tener un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40 y estar motivado para realizar cambios en su estilo de vida para perder peso. Gozar de buena salud general y no padecer ninguna enfermedad que pueda hacer que la intervención no sea segura. El paciente debe comprometerse a seguir la dieta y el plan de ejercicio recomendados. Debe estar dispuesto a acudir regularmente a las citas de seguimiento programadas con el médico.
La cirugía con balón gástrico no es una solución a largo plazo para la obesidad, y los pacientes que se someten a este procedimiento deben estar preparados para hacer cambios en su estilo de vida y adoptar una dieta saludable y un régimen de ejercicio para lograr y mantener la pérdida de peso.
La cirugía con balón gástrico no se recomienda a personas que se hayan sometido previamente a cirugía abdominal o que tengan problemas médicos como úlceras de estómago o ciertos tipos de hernias. Es importante comentar todos los aspectos del procedimiento con un profesional sanitario cualificado para determinar si la cirugía con balón gástrico es la opción adecuada.
El proceso de recuperación tras la cirugía de balón gástrico no es complicado. La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales a los pocos días de la intervención. Sin embargo, el plazo exacto de recuperación puede variar de una persona a otra y puede depender de varios factores, como la salud general del paciente, el tipo de balón gástrico utilizado y la respuesta del individuo al procedimiento.
Algunos pacientes pueden experimentar molestias leves o dolor en la garganta y el abdomen durante unos días después del procedimiento. Esto es normal y puede aliviarse con analgésicos de venta libre. También pueden experimentar náuseas y vómitos entre unas horas y un día después de la intervención. Esto se debe a que el globo está en el estómago y puede tratarse con medicación prescrita por un médico.
Tras la intervención, los pacientes suelen seguir una dieta líquida durante los primeros días. A continuación, la dieta se va ampliando gradualmente hasta incluir alimentos sólidos según se toleren. Es importante seguir las pautas dietéticas indicadas por el médico para evitar complicaciones y permitir que el organismo se adapte a la presencia del balón gástrico.
Los pacientes deben acudir a las citas de seguimiento con su médico para controlar el progreso de la pérdida de peso y asegurarse de que el balón gástrico funciona correctamente.
La cobertura de la cirugía con balón gástrico por parte de las compañías aseguradoras varía, por lo que es importante consultar con la compañía aseguradora para determinar si el procedimiento está cubierto.
Los posibles efectos secundarios de la cirugía con balón gástrico incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal e infección. En raras ocasiones, el balón puede desinflarse o cambiar de posición, requiriendo una intervención quirúrgica.
La cirugía con balón gástrico se considera segura para personas con obesidad leve o moderada que no han podido perder peso por medios tradicionales. Sin embargo, como cualquier procedimiento, tiene riesgos y complicaciones potenciales, y es importante discutir todos los aspectos del procedimiento con un cirujano y un proveedor cualificados.