El lifting de cejas, también conocido como cirugía de estiramiento de la frente, es un procedimiento estético diseñado para elevar y remodelar la zona de las cejas.
El procedimiento puede realizarse mediante diversas técnicas, como los métodos quirúrgicos tradicionales, la cirugía endoscópica o el uso de inyectables como el Botox.
El objetivo de la cirugía de lifting de cejas es tratar los signos comunes del envejecimiento en la zona de la frente, como la piel flácida, las arrugas y los pliegues. Al elevar las cejas, el procedimiento puede crear un aspecto más joven y fresco.
Además de los beneficios estéticos, el lifting de cejas también puede ayudar a mejorar la visión en algunos casos, al alejar las cejas de los ojos.
Los candidatos ideales para la cirugía de lifting de cejas son las personas que gozan de buena salud general y tienen expectativas realistas en cuanto a los resultados de la intervención. A estas personas les pueden molestar los signos de envejecimiento en la cara, como piel flácida, arrugas y pliegues, o pueden tener problemas de visión causados por unas cejas caídas.
Las personas con determinadas afecciones médicas o que estén tomando ciertos medicamentos pueden no ser candidatas a la intervención. Lo mejor es consultar con un
cirujano para determinar si la cirugía de lifting de cejas es la opción adecuada o no.
La preparación para la cirugía de lifting de cejas incluye varios pasos, estos son:
La cirugía de lifting de cejas puede realizarse mediante diversas técnicas, dependiendo de las necesidades del paciente y del enfoque preferido del cirujano. Algunas de las técnicas más comunes son
El enfoque específico utilizado en la cirugía de lifting de cejas depende de algunas situaciones mencionadas anteriormente, así como de la experiencia y las preferencias del cirujano. La intervención suele realizarse bajo anestesia general o anestesia local con sedación y puede durar varias horas. Tras la operación, los cortes se cierran con suturas, grapas o tiras adhesivas, y se venda la zona para reducir la hinchazón y los hematomas.
Después de una intervención de lifting de cejas, los candidatos pueden esperar cierto edema, hematomas y molestias en la zona de tratamiento. El médico proporciona instrucciones específicas sobre cómo cuidar los cortes y controlar el dolor durante el periodo de recuperación.
Las personas pueden necesitar mantener la cabeza elevada y aplicar compresas frías en la zona de tratamiento para reducir las molestias. También es importante mantenerse alejado de actividades extenuantes o de cualquier cosa que pueda ejercer presión sobre la zona relacionada durante varias semanas después de la cirugía para permitir una recuperación adecuada.
Los candidatos también pueden experimentar cierto entumecimiento u hormigueo temporal en la frente o el cuero cabelludo, pero esto mejora gradualmente a medida que avanza el proceso de curación. La mayoría de los pacientes pueden volver a su trabajo en 1 ó 2 semanas, aunque pueden pasar varios meses hasta que los resultados completos del lifting de cejas sean visibles.
La mejor edad para someterse a un lifting de cejas puede variar en función de las necesidades y los objetivos individuales de cada persona. Por lo general, se suele realizar en pacientes de 40, 50 y 60 años, aunque se puede aplicar a otros más jóvenes a los que les preocupe la flacidez o las arrugas de las cejas.
Los resultados de un lifting de cejas pueden durar varios años, aunque esto puede variar en función de factores como la edad del paciente, su tipo de piel y sus hábitos de vida. Es importante mantener una dieta sana y un régimen de ejercicio, evitar la exposición al sol y el tabaco, y seguir una buena rutina de cuidado de la piel para ayudar a mantener los resultados del procedimiento.
Sí, es posible combinar un lifting de cejas con otros procedimientos de rejuvenecimiento facial, como la cirugía de párpados o el lifting facial, para lograr un resultado más completo y de aspecto más natural.